Necesitamos confiar en Dios para que nos lleve al lugar al que queremos llegar.

No podemos entender la eternidad, así que Jesús nos pide que confiemos en Él para que maneje los detalles.

Jesús ha preparado un lugar para ti.

Jesús sabe exactamente lo que necesitas y está haciendo preparativos de acuerdo con ello.

Debemos estar vigilantes, expectantes, esperando pacientemente la venida de Cristo.

Mientras esperamos, hemos de vivir vidas santas.

No debemos volvernos complacientes con nuestra espera.

Cuando Cristo vuelva, todo su pueblo será resucitado.

La semilla (cuerpo) sepultada en la tierra florecerá en el cielo.

Cuando un cristiano muere, no es un momento para desesperarse, sino un momento para confiar.

Tu cuerpo y tu alma se reunirán, y serás como Jesús.

En nuestros corazones, anhelamos ver a Dios.

Cuando veamos a Jesús, quedaremos maravillados.

Cuando veamos a Jesús, veremos perfección sin pecado.

Cuando veamos a Jesús, veremos fuerza absoluta.

Serás todo lo que Él es, por cuanto serás como Jesús.

Jesús nos ha escogido para que seamos su novia.

Algunas veces olvidamos que Jesús regresará por nosotros.

Nuestra esperanza en el regreso de Jesús está ligado a nuestro entendimiento de su gran amor por nosotros.

La novia de Jesús no está lista todavía; sigue preparándose.