La paz de Jesús
  • Jesús puede entender nuestras debilidades.

  • Dios le da paz a aquellos que confían en Él.

  • Jesús sabe cómo nos sentimos

  • Las voces de la multitud son persuasivas y piden a gritos nuestra atención.

  • Jesús evitó la adulación de la multitud. Prefirió estar a solas con Dios.

  • Las ovejas conocen la voz de su pastor.

  • Cuando Jesús escuchó la voz de Dios, la buscó.

  • Si las grandes oportunidades fueran obviamente malignas, sería fácil decir que no.

  • Algunas veces, la paz viene como consecuencia de decirle que no a las cosas buenas para elegir algo que es mejor.

  • Es difícil ver a Dios a través de nuestro dolor.

  • El dolor altera nuestra paz más que cualquier otra cosa.

  • Cuando todo lo que tenemos son preguntas, debemos aferrarnos a la fe.

  • Aun cuando no podemos ver a Jesús, debemos confiar en Él.

  • Jesús está más cerca de lo que jamás hayas soñado.

  • Debemos soltarnos de nuestra seguridad personal para experimentar la paz duradera.

  • La paz duradera sólo viene de Dios.

  • No podemos tener la paz de Dios hasta que tengamos paz con Dios.

  • Somos grandes pecadores y necesitamos un gran Salvador.

  • Cuando clamamos <¡Señor, sálvame!> Jesús está allí para tomarnos de la mano.

  • Algunas veces Dios tiene que decir que no a nuestros pedidos.

  • Dios nos ama demasiado como para darnos gusto en cada uno de nuestros caprichos.

  • En comparación con la eternidad, esta vida es fugaz.

  • No es fácil fijar nuestros ojos en lo que no se ve. Pero es necesario.

  • Dios nunca dijo que el viaje sería fácil, pero sí dijo que la llegada valdría la pena.